De este modo, teniendo en cuenta además que la radiación solar es Euskadi es más bien difusa que directa, se puede decir que aún no siendo una zona privilegiada se dispone de radiación solar suficiente como para producir electricidad con paneles fotovoltaicos y agua caliente sanitaria con colectores térmicos de baja temperatura, con unos rendimientos aceptables.
La promoción de este tipo de plantas solares que se ha venido realizando desde el Ente Vasco de la Energía (EVE), bien a través de inversiones en las que ha participado directamente o mediante la promulgación de distintos programas de ayudas, ha derivado en que actualmente existan miles de instalaciones que estén aprovechando la energia solar para producir electricidad o agua caliente, repartidas por todo el territorio y por todos los sectores de actividad (industria, servicios, administraciones públicas, residencial, … ).
Entre todas ellas, debido al impacto positivo provocado tanto por su potencia instalada y nivel de producción como, también, por su modelo novedoso de ejecución, se podría destacar el proyecto EKIAN.
Las expectativas creadas sobre los nuevos modelos de transición energética que todas las estrategias energéticas recogen, los nuevos marcos regulatorios cada vez más adaptados al uso de las energías renovables, el desarrollo tecnológico que se prevé para estas energías en el futuro, la aceptación social cada vez mayor, la fácil integración tanto en edificios como sobre el terreno, tener unos precios competitivos y ser respetuosas con el medio ambiente son, entre otros, aspectos que posicionan a la energía solar como uno de los vectores claves para conseguir alcanzar, en las próximas décadas, los objetivos que se pretenden, tanto a nivel energético como ambiental.