El sol constituye una fuente de energía permanente. Esta energía llega a la tierra en forma de radiación y sólo 3/4 partes de ella penetra en la atmósfera. Para poder ser aprovechada, esa energía debe ser captada.
Dependiendo del uso que se vaya a dar a esa energía se utilizan diferentes sistemas de captación, y su correcto aprovechamiento depende de la cantidad de radiación recibida, que varía según la época del año y de la hora del día.
La energía solar permite diferentes usos como la generación de electricidad, el aprovechamiento térmico y el aprovechamiento pasivo.
La energía solar en sus diferentes modalidades ayuda a reducir el uso de energías convencionales para la obtención de calor y electricidad.
La fabricación de paneles solares requiere del uso de energía, pero en cantidad inferior a la que producirán estos paneles de forma no contaminante.
Por tanto la energía solar es:
Su aprovechamiento está destinado principalmente a la obtención de agua caliente sanitaria, calentamiento de piscinas y calefacción. Los sistemas mixtos son instalaciones solares que permiten obtener agua caliente mientras existe radiación solar, y se combinan con sistemas convencionales, como por ejemplo calderas de gas natural, para un uso pleno del servicio cuando con el sistema solar no sea suficiente.
Los colectores solares son cajas herméticas que captan la radiación solar a través de su superficie de cristal. Dejan pasar esta radiación a los tubos internos por donde circula agua, calentándola. Un sistema complementario de acumulación permite utilizar esta energía en cualquier momento que se produzca la demanda.
La energía eléctrica solar se produce por el efecto fotovoltaico, es decir, la radiación solar al incidir sobre las células solares produce un voltaje eléctrico.
Las células solares son normalmente de silicio. El silicio es un elemento semiconductor capaz de generar un voltaje eléctrico por efecto de la radiación solar. Por tanto se produce electricidad por las propias características físicas del material utilizado -silicio-, que reacciona a la luz solar.
Estas células se agrupan para formar un módulo solar. Los módulos unidos entre sí forman un panel solar.
La producción de energía depende de la radiación solar, y esta energía puede consumirse en el momento de producción o bien ser almacenada para su posterior uso:
En instalaciones fotovoltaicas aisladas donde es difícil el acceso para la red eléctrica general, el sistema de almacenamiento utilizado para garantizar el suministro eléctrico es el de baterías, normalmente de plomo-ácido.
Los sistemas fotovoltaicos más utilizados son los que se conectan directamente a la red eléctrica general. Mediante estos sistemas no es necesario el uso de baterías.
El aprovechamiento de la energía solar también es posible a través de sistemas pasivos como la arquitectura bioclimática, es decir, utilizar el diseño arquitectónico de los edificios para mayor aprovechamiento de la luz y del calor del sol.
Se trata del aprovechamiento directo de la energía solar, sin ningún tipo de mecanismo, simplemente utilizando por ejemplo la orientación del edificio, los materiales aislantes adecuados, aperturas de luz en zonas de máxima radiación, aleros …
Por tanto, esta arquitectura solar pasiva ayuda a obtener un ahorro en energía convencional muy importante, ya que se gasta menos en electricidad y en calefacción.
Invierno: En invierno el sol está bajo y el alero deja pasar la luz y el calor
Verano: En verano el sol está alto y el alero no deja pasar ni la luz ni el calor
Este es el servicio de atención del Ente Vasco de la Energía.