El mar contiene un gran potencial energético renovable. Esta energía marina se manifiesta, principalmente, en el oleaje, en las mareas y corrientes, y en la diferencia de temperatura entre la superficie y el fondo marino.
El viento produce olas en el mar que son aprovechables con fines energéticos. Se han desarrollado diferentes "convertidores de olas", tanto flotantes como anclados a la costa o al fondo del mar, que disponen de diferentes grados de madurez y rendimiento.
En cualquier caso, las investigaciones avanzan y la energía del mar está adquiriendo gran importancia en toda Europa, ya que permite continuar con el necesario desarrollo energético, de forma sostenible y amable con el entorno.
Es uno de los sistemas tecnológicamente más maduros para el aprovechamiento energético de las olas. Consiste en una cámara de aire fijada a la costa cuya parte inferior está sumergida en el agua.
El pelamis es una estructura flotante semisumergible, compuesta por secciones cilíndricas de acero, unidas mediante ensambles de bisagra.
Existen direrentes tipos de boyas para el aprovechamiento energético de las olas.
El ejemplo aquí presentado utiliza boyas sumergidas para la conversión de la energía. La oscilación de las olas mueven el cilindro y este movimiento mecánico impulsa el generador eléctrico que produce energía eléctrica.
La energía mareomotriz es la energía obtenida gracias al aprovechamiento de los movimientos de las masas de agua que se producen entre la pleamar y la bajamar.
Hasta hace poco se entendía que estuarios y bahías eran el lugar más idóneo para su aprovechamiento, ya que un gran caudal de agua penetraba a través de un canal estrecho. Sin embargo, los problemas medioambientales producidos por la presa construida para retener el agua han hecho descartar este tipo de instalación.
Para que sea posible su aprovechamiento son necesarios dos requisitos:
Cuando la marea sube a través del estuario el agua de mar atraviesa el dique pasando por las turbinas produciendo energía eléctrica. En el momento de la pleamar, se cierran las compuertas y el agua permanece embalsada. Al finalizar la bajamar, se abren las compuertas restituyendo el agua al mar a través de la turbina que vuelve a producir energía eléctrica.
Una variante de la energía de las mareas, es la que aprovecha la corriente de agua que se forma en las pleamares y bajamares.
El agua es turbinada a su paso por el estuario, sin necesidad de embalsarla. Esto evita el tener que construir una presa y las consecuencias negativas para el entorno que supone una infraestructura de este tipo.
El funcionamiento de estas turbinas es similar a los aerogeneradores eólicos, pero debido a la mayor densidad del agua respecto al aire, el tamaño requerido para las palas es considerablemente menor.
El sol al incidir sobre la tierra constituye una fuente de energía que es almacenada en gran parte por los mares en forma de calor. La leve diferencia de temperaturas que se da entre la superficie de los océanos calentados por el sol y las profundidades más frías, constituyen otra fuente de energía que puede ser transformada en energía eléctrica. Es la llamada energía maremotérmica.
Una central maremotérmica es una máquina térmica en la que el agua de la superficie actúa como fuente de calor mientras que el agua extraida de las profundidades actúa como refrigerante. Su funcionamiento se asemeja a las térmicas convencionales donde un líquido se evapora para luego pasar por una turbina. En este caso, el líquido puede ser el propio agua de mar utilizada directamente, o un segundo fluido de bajo punto de ebullición como el amoníaco, que circula en un circuito cerrado calentado por el agua de mar.
Este es el servicio de atención del Ente Vasco de la Energía.